ADRIANA MENA BURGOS, incombustible dirigente social que ha luchado con 6 alcaldes diferentes por mejorar el trato a los dirigentes, el respeto y ser tomado en cuenta con respeto. Con dos de ellos le ha ido mejor otros tantos se han sentado y utilizado a quienes son un brazo en el desarrollo comunal.
La eventual rivalidad no me quita reconocer algunos avances, aunque haya sido preelectorales y con gran despliegue publicitario, aunque es mucho menor el logro que en otras administraciones, como las gestiones para que se pavimentara las calles deterioradas por el Transantiago (hoy RED) y que esa RED debía mantener en perfectas condiciones.
En lo deportivo, las canchas en mal de estado causan hasta depresión en la juventud y adultos jóvenes que cada vez tiene menos lugares de recreación vecinal aptos para el desarrollo deportivo. Pena me da las políticas que tanto hablan de ecología y mejor aire para que respire la comunidad: las plazas secándose y pagando al parecer para que ello ocurra y convierta a Maipú en una ciudad nortina con parque de concreto y tierra amarilla o de otro color.
Entre los déficits creo que falta hacer un gimnasio de musculación para los pobres que no pueden pagar, un centro cívico de reuniones como lo tienen otras comunas, ciclo vías seguras para los jóvenes y lo principal para los maipucinos de verdad: se realicen las inversiones en Smapa que permita que la sanitaria sea tan respetada como como se lo merece.
Otro déficit es la incapacidad de dialogo de las autoridades con los dirigentes sociales, a quienes ya no los miran como colaboradores que aporten pensamiento, ideas que permitan la evolución de los jóvenes, hoy sin posibilidades de desarrollo y no solo los utilicen para decir “si señor”. Queremos respeto al dirigente y para no concordar con lo que pedimos hay miles de palabras menos ofensivas para señalarnos que no son parte de la gestión.