La frustrada encerrona ocurrida paso lunes 18 en el sector de La Farfana debe llamar a una profunda reflexión ciudadana referente a las formas de prevención, con el fin de evitar males mayores ante la indecisión de las autoridades legislativas en crear nuevos mecanismos de prevención; hoy lo único que queda es quedarse en casa, lo que no es normal en una sociedad que hace gárgaras con la democracia.
Hoy, vivimos prácticamente en un toque de queda autoimpuesto, donde la mayoría de los locales comerciales debe cerrar antes de las 18:30. Esta restricción ciudadana por nuestra propia seguridad, que esta reguardada en la Constitución, pero no se cumple, hace que la población debe salir de su casa pasada las 07:30 de la mañana y el regreso a su casa antes de las 20:00 horas, por su propia seguridad, aunque con los asaltos a casa mediante turbazos está causando una nueva preocupación.
El hecho ocurrió el viernes 18 de noviembre, cerca de las 23:30 en Batalla de Chorrillos a una cuadra de El Rosal, sector de La Farfana, cuando cuatro individuos provisto de armamento realizaron una encerrona a un vecino que conducía su automóvil con el fin de asaltarlos y quitarle el vehículo.
El video vecinal muestra claramente lo ocurrido en fracción de segundos: los delincuentes se atraviesan delante del vehículo a asaltar, bajan delincuentes armados y lo encañona. Luego una actitud del quien conducía el auto de los delincuentes coloca la marcha atrás y en fracción de segundos el auto victimizado sale a una velocidad muy alta, rozando la puerta del auto de los delincuentes.
¿Un héroe? No se sabe, porque hoy entregar el vehículo no significa que se resguarde la vida ante una delincuencia socialmente irracional
¿Qué hacer?- Hoy en Maipú, pasada las elecciones disminuyeron a la mitad los vehículos de seguridad ciudadana o Dipresec, así que no contar con vigilancias permanentes.
Otro tanto, las penas son menores para este delito y aun así faltan cárceles, que a no mediar gestión ciudadana nos intentaran construir una en la periferia de la comuna…pensando como siempre en el bien mayor del país.
Es la comunidad la que debe organizarse ya que no se espera grandes anuncios de las autoridades para terminar con este flagelo que mueve millones y permite además tener una industria paralela, tanto de seguridad con unos 240.000 guardias azules, como la venta de protecciones, cámaras de videos, alarmas, ventas de seguros y otras que mueven una industria que al parecer hay interesados en que perdure.
Hoy se puede comenzar no comprando artículos “movidos” para mermar esa industria y cooperar con el segundo inicio del rescate de la democracia y la paz social.