Señor Director
EL PRESIDENTE DESENMASCARADO.
En lo particular, meses encerrado y las pocas veces que pude salir, después de mantener mi casa y hacer tareas con mi hija, me puse la mascarilla y di una vuelta a la manzana. Cumplí con esa norma porque soy responsable, disciplinado y respetuoso. A veces, me tomé una foto (con mascarilla) y se las mandé a mi familia y nietas, tratando de dar un buen ejemplo.
No sé si todo esto lo hice por mi formación militar que, junto con mandar, primero me enseñó a obedecer o tal vez lo hice porque así me criaron mis padres o simplemente por sentido común. Lamentablemente usted no entiende nada de eso, no es la primera vez, que usted se mofa de la dura y crítica realidad que viven los chilenos.
¿Se imagina usted a una autoridad militar con una actitud similar a la suya? Usted se habría encargado de denunciarlo en rueda de prensa, citaría al INDH, haría cadena nacional y lo llamaría a retiro.
En resumen, la “irresponsabilidad” política lo puede todo. La responsabilidad del mando militar, no tiene límites. Siempre será culpable. Sus amigos del Poder Judicial, se encargarán de que así sea.
Lo peor de todo es que usted, con sus actitudes y resoluciones inconsultas, está destruyendo la poca economía que nos queda. A veces llego a creer que usted está enfermo y que toma todas estas medidas sólo para vengarse de quienes hoy lo odian y rechazan.
Porque soy cristiano y católico y menos en este día que recordamos a la Virgen María, no le deseo ningún mal señor Presidente, pero sus desaciertos no tienen límites y son imperdonables. Mientras usted se divierte en un restaurante con sus nietos, se saca fotos con Baquedano o se pasea sin mascarilla por el litoral central. En este año 2020, del cual, gracias a Dios poco queda, ¿qué más podemos esperar de usted para hacernos más infelices y menos orgullosos de ser chilenos?
Christian Slater Escanilla.
Presidente (P).
